Friday, March 25, 2005

Puntada sobre los sagrados descansos

Viernes Santo, uno de los nueve sagrados días de descanso. ¡Qué maravilla! Han sido ya varias mañanas las que han transcurrido sin otro afán que el de desayunar con todas las de la ley (juguito, chocolate con queso, huevito en cualquier modalidad, mantequilla, arepa, más queso...). Y luego, coger el libro, la toalla, el bronceador, las gafas oscuras y ubicarse ante la piscina, el mar, el lago o el paisaje magnífico de la sabana... Quizás algo de música (nada excesivo porque se es consciente de que no hay nada peor que los 50 de Joselito a todo volúmen...), una cerveza fría bien a la mano y listo. Viene luego esa sensación plácida de irse metiendo en la trama de una buena novela (Parece que va a llover, de Ricardo Silva; Los impostores, de Santiago Gamboa; Milagro en equilibrio, de Lucía Etxceberría: han sido las compañeras de estos días, tres distintas propuestas, tres cautivantes historias...) y dejarse también envolver por la somnolecia que va borrando los límites entre lo leído y lo soñado sin traumas ni sobresaltos. ¡Qué placer! Los días de vacaciones se miden con relación a las comidas, en realidad no hay otro compromiso, y a las salidas nocturnas. Claro, quizás haya paseos o planes mucho más físicos, pero yo prefiero estos días lentos en los que se alterna entre la comunidad (las horas de las comidas) y la intimidad incluso allí donde se está rodeado de gente; de las conversaciones agitadas sobre cuanta cosa al silencio poblado sólo de personajes de ficción o de reflexiones gratuitas que no se adhieren a nada y que no intentamos fijar aunque nos parezcan extremadamente lúcidas. En fin, he regresado a Bogotá, pero mañana vuelvo a partir, sólo quería dar una puntada ligera y relajada como los días que corren. Un abrazo para todos.

1 comment:

Anonymous said...

A propósito de tu ocio (re)creativo: creo que fue la españoleta Carmen María Gaite (o Laforet?)la que escribio una novela sobre el dolce fare niente ; creo que se llama "Nada, la novela";y en la vida de los protagonistas aparentemente no ocurre nada; pero eso es falso, como bien sabes: tú, que eres una buena escritora, y sensible, sabes que, como dice mi paisano Paco Umbral, la verdadera situación límite está en la cotidianidad. Ahí hay un filón literario.
Por lo demás, esperamos pronto verte bronceada, y mostrando fotos en hilo dental, a ver...!
"TU-YA-SABES-QUIEN"