Wednesday, April 06, 2005

Puntada sobre las ausencias

Esta es una puntada con tono nostálgico. El 31 de marzo se cumplió un año de la muerte de mi Nana. Creo que no ha pasado un sólo día de este año en que no la haya recordado, por cualquier motivo... "esto le gustaría a la Nana; como decía mi Nana; te pareces a mi Nana cuando..." Y también he dedicado conscientemente ratos a recordarla porque a veces necesito convocar su presencia, su ternura, su risa, su descabellada manera de contar historias, para dar el siguiente paso de esta vida que no para. La extraño. Eso es todo, tan simple y tan profundo, me hace falta. Es cierto que he aprendido a convivir con su ausencia, a "darle cuerpo" a esa ausencia a través de la memoria, pero no es suficiente. Creo que hay ausencias más fáciles de asimilar, las de quienes no fueron realmente una presencia en la vida, sino una compañía ocasional (a veces, incluso nuestros familiares más cercanos no pasan de ser eso); pero esta ausencia la siento como una amputación, un pedazo de mí ya no está y lo sigo sintiendo, todavía me da cosquillas y me rasca. A veces me sorprende la conciencia de que la Nana murió, en los momentos menos apropiados (en realidad, creo que nuestra cultura no considera apropiada la tristeza en ningún momento) y los ojos se me encharcan, todo se nubla y la vida, por unos instantes, se detiene, y yo me voy con un recuerdo que generalmente me hace reír, porque la Nana era la alegría disfrazada de mujer bajita y morena. Paro de tejer, por ahora. Un saludo para todos.

1 comment:

Anonymous said...

Te iba a decir que luego de leer tu nostàlgica nota en sol opaco, mis deseos metamorfósicos apuntaban a convertirme en papel secante de lágrimas o en hombro ídem. (que màs quisiera yo); pero mejor te regalo la siguiente nota del poeta canadiense para disminuirle volumen a la estruendosa muerte:

"Mañana
venceré la noche y la lluvia
porque
la muerte es una cosa
diminuta y helada
sin ninguna importancia".

TUYASAKI ("TU YA SABES QUIEN")