Monday, April 07, 2008

Puntada sobre la escucha

Me pasa que, por deformación laboral, me resulta más fácil hablar que escuchar. He desarrollado la capacidad de hablar durante 3 horas seguidas sobre un mismo tema, hilando sin mayores dificultades ideas diversas por su contenido o por su origen. Mi compañero de vida es más bien callado, así que, incluso en casa, hablo y hablo... También sé guardar silencio, claro, para pensar, para crear, para contemplar... Pero debo reconocer que me falta mucho por aprender en el terreno de la escucha. Escuchar implica crear para el otro un espacio de aparición (un "claro", como diría Heidegger); un espacio donde el otro se sienta seguro, respetado, visto... Escuchar también implica interpretar lo que el otro dice, no es pasivo el escuchar; el verdadero escuchar es una actividad narrativa: yo configuro una historia con lo que el otro me da (también con sus silencios, sus gestos, su forma de estar...); creo un tejido con hilos ajenos sin ponerme en esa red (es difícil esto de no meterse en las historias ajenas). Escuchar es bailar con otro, es seguir sus pasos y llevar su ritmo... Estoy aprendiendo a escuchar y me siento maravillada frente a los seres que descubro; porque escuchar también es des-cubrir al otro tanto para sí mismo como para mí. La verdadera escucha nos revela. En fin, los invito a escuchar (se) y a todo y todos lo(s) otro(s). Un abrazo que es como un claro...