Ser y ser consciente de ello; saberse siendo y dar cuenta de mi ser a través de las palabras, de mis actos... Aprender y observarse en el proceso, compartir con otros tanto lo aprendido como el proceso mismo de aprendizaje... Que mi saber se traduzca en acciones para que yo misma, los otros y el mundo reciban lo que soy y lo que sé... ¿Parece un poco loco esto que digo? Para mí, ahora, tiene sentido, es más, me parece tan obvio que no entiendo cómo no lo comprendí con claridad antes. "Conócete a ti mismo" es la consigna filosófica por excelencia... y yo hasta ahora me voy dando cuenta de qué significa. Siempre les digo a mis alumnos que amamos lo que conocemos, que conocer (que implica el doloroso tránsito por la des-ilusión) es el comienzo del amor... Así que observarme, conocerme, saberme siendo es el comienzo de mi amor por mí... Tengo los ojos como platos, ahora, mientras escribo esto, porque me asombro de la obviedad así como de la dificultad que entraña esta atención al hecho de ser, a lo que decimos, a lo que hacemos, a lo que sentimos. Pienso en La carta robada, el cuento de Poe, en cómo el mejor lugar para ocultar algo es el más visible... Porque "Conócete a ti mismo" es el lugar del misterio... Conoce a los demás, ama a los demás: se consciente de los seres que te rodean, de lo que dicen, de lo que hacen, de lo que sienten... Está presente; la presencia es la clave del contacto, de la atención... y cuánto me cuesta estar presente.
Puntada esta que necesitaba dar. Un abrazo para quien lea estas palabras; espero que se dejen abrazar por ellas un poco, un rato...
Puntada esta que necesitaba dar. Un abrazo para quien lea estas palabras; espero que se dejen abrazar por ellas un poco, un rato...
1 comment:
Que increible y en ocasioens invisible ese misterio... Y aunq algunas personas lo tomen por obviedad, no hay tarea más dificil que conocerse a si mismo... Me ataca una duda... ello solo se logra en la soledad?
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